En la entrega anual del Índice de Calidad de Vida Sodexo 2021, la empatía fue la palabra clave que marcó la jornada.
Para Nicolás Morales, co-fundador de Trabajos con Sentido y B Gift, las empresas necesitan una reforma, una nueva economía enfocada en el bien común donde se apunte a tener buenos resultados, pero también a los proveedores y los trabajadores les vaya bien.
“Se trata de una economía más humana, empática y conectada con el medio ambiente, con mejor calidad para todos y todas, una estrategia que nos va a permitir ser más sustentables y crecer, que tenga un líder consciente de las cosas que están pasando”, explicó durante el evento.
¿Cómo motivamos a las empresas a que sean parte de este cambio de dejar de pensar de forma individualista y se enfoquen en el bien común?
Esto tiene varias aristas. No sacamos nada con ir a darles un buen discurso con buenas ideas si es que no podemos demostrarle que eso impacta positivamente. Cómo ir mostrando pequeños avances, un win-win, mostrar ejemplos de colaboración y el impacto que puede tener en la forma en que nos relacionamos.
La segunda arista es darnos cuenta que las empresas son un grupo de personas. Entonces, cuando ya rompimos el paradigma de que las empresas son una estructura, un edificio, y son las personas que están adentro, es la sinergia que se tiene que crear entre las mismas personas. Es la única posibilidad de tener resultados de alto desempeño y de poder solucionar y estar a la altura de los desafíos que estamos viviendo hoy día.
¿Crees que por lo que hemos vivido los dos o tres últimos años hay un cambio significativo en esta transformación?
Creo que no es solamente algo de los últimos dos o tres años, ya sea por la pandemia o el estallido social. Claramente eso acelera la transformación, pero yo creo que llevamos harto tiempo haciéndonos preguntas distintas y viendo cómo aquellas empresas, aquellos equipos de trabajo, no se conectan, pierden valor.
Cuando yo dejo de escuchar, dejo de estar con los pies en la calle, dejo de estar en los sectores donde están los clientes, mis usuarios, y solamente estoy encerrado en la oficina, pierdo valor. Ya vimos lo que pasó con grandes empresas como Blockbuster y Kodak por no estar atentos a lo que pasa alrededor y no creer en esa evolución.
Hoy ya no basta medir el éxito de las empresas con tener buenos resultados financieros. Hoy los cómo juegan un rol fundamental también dentro de la sostenibilidad de las mismas empresas.
¿Cómo crees que los beneficios laborales juegan un rol dentro de esta transformación?
Si tengo trabajadores felices voy a tener personas felices y las personas felices son más eficientes. Se genera mejor cultura, rotan menos, están más comprometidos. Antes separábamos los ámbitos de una persona: el trabajo, la familia, el deporte.. se dividía más,hoy podemos ver que somos personas integrales, holísticas. Si yo estoy bien con la familia, si estoy tranquilo, voy a poder hacer mejor la pega. Si hago mejor la pega, voy a estar feliz y trabajo mejor con otros. Si me pongo al servicio de lo que está pasando… creo que es la única forma de poder atraer y motivar el talento para que quiera ser parte de la organización.
Tú hablas mucho de la empatía y de que está bien no estar bien, ¿crees que esa dificultad de ponerse en el lugar del otro tiene que ver con la idiosincracia del chileno, medio tímido, medio desconfiado?
Yo soy de la idea de que el mundo nos ha enseñado que en los negocios no hay sentimientos y eso es una mirada bien antagónica de lo que debería ser la vida. Las personas somos seres emocionales, queramos o no. Cualquier decisión, cualquier acción y cualquier interacción que tenemos es emocional.
Entonces, cuando nos empezamos a dar cuenta de eso y tenemos que evolucionar y sacar esas trancas y no tratar de vender lo más posible sin que te importe el cómo… hoy eso es una pésima estrategia de ventas o de cualquier estrategia dentro de las empresas.
Es más importante cómo nos conectamos con el otro, de ponernos al servicio del otro, de escuchar desde la empatía y conectarnos para tratar de resolver y generar reglas del juego distintas. Eso nos permite volver a conectarnos con esta mirada de las personas, no de las máquinas. Esto abre tremendas posibilidades de soñar una nueva economía que sea mucho más humana, más empática y mucho más conectada con el entorno.
En la charla del índice de Calidad de Vida Sodexo 2021 señalaste que el éxito personal, profesional y relacional se determina según lo que me conviene o lo que no me conviene. ¿De dónde crees que viene eso?
Yo creo que viene de una sociedad que ha sido completamente dinero-céntrica y que nos ha enseñado que el éxito se mide por las cosas. Yo estudié Ingenienería Civil Industrial, creo en el mercado y creo que un buen sueldo es importante, pero no es la única variable como para poder sentirme feliz. Entonces, ahí hay un error como yo y como sociedad hemos estado confundiendo el exitismo con el éxito legítimo.
El exitismo es tratar de cumplir todas las metas que me pongo sin importar el cómo, tratar de de ganar la mayor cantidad de dinero posible en el corto plazo, quizás no gozando, estresado. El éxito para mí tiene que ver más con el camino… El cómo y con quién voy transitando el camino, aunque también es importante si llegamos a la meta o no.
Estamos en una sociedad tan cambiante que quizás las metas puedan ir evolucionando. Entonces eso nos abre a fluir un poco más en una mejor versión para tener los mejores resultados pero también siendo flexibles. Creo que eso es importante hoy en la sociedad y en los desafíos que estamos viviendo.
Sobre todo en un momento en que un país que está tan polarizado…
Nos polarizamos porque dejamos de escuchar, dejamos de conocernos y nos empezamos a sentar solamente en círculos que piensan, que huelen y que estudian como nosotros. Entonces esa segmentación, esa polarización en cualquier sector viene por la falta de empatía. Yo soy del diagnóstico de que llevamos demasiado tiempo dejando de lado una de las variables que nos permiten ser mejores personas: la empatía.
Esto no te exige estar de acuerdo en todas las cosas, te permite salir de la zona de confort, te permite conectar con personas que quizás piensan distinto que rompe el paradigma. Normalmente nosotros nos enojamos porque imaginamoslo que el otro piensa de nosotros y no nos sentamos a conversar… y cuando nos sentamos, pero no a luchar, no a tratar de convencerte, a conversar, y nos conocemos y rompemos paradigmas, entendemos que tenemos miedo ansiedades, problemas y sueños comunes, desde ahí empezamos a crear una socia distinta y eso es importantísimo.
¿Cuál es la mejor forma de saber lo que quieren los trabajadores?
La mejor forma es preguntándoles. Cuando uno pregunta genera expectativas y tiene la posibilidad de que el otro te responda, aunque suene muy básico. Quizás me respondan cosas que quizás no voy a estar de acuerdo o no voy a poder acceder, pero voy a demostrar que estoy disponible y dispuesto a poder escuchar.
Por otro lado, cuando yo pregunto algo hago que el otro se haga parte también de la solución, entonces es una oportunidad infinita de cómo cambiar la estructura del jefe o de la persona que viene a tener todas las soluciones a cómo construimos entre todos. Creo que eso nos permite sacar la mejor versión de cada uno y poder tener personas mucho más comprometidas que tengan mayor compromiso con los equipos de trabajo y con el propósito de la organización.
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