El envejecimiento de la población es un fenómeno que se está observando en todo el mundo y está teniendo importantes implicaciones en el mundo laboral. 

En Chile, la población económicamente activa (PEA) son aquellas personas entre 15 y 64 años, que pueden trabajar. Representa aproximadamente el 60% de la población total del país.

Sin embargo, el envejecimiento de la población  en Chile está cambiando la estructura de la PEA. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en el año 1992, las personas mayores de 60 años correspondían al 9,5% del total de habitantes de nuestro país. En 2022 aumentó al 18,1% y se espera que en 2050 las personas mayores equivalgan al 32,1% de la población total.

¿Qué está pasando en otros países?

Japón: escasez de trabajadores jóvenes y calificados

En países como Japón, la tasa de envejecimiento de la población es particularmente alta: más del 28% de la población tiene 65 años o más y se espera que esta cifra aumente a más del 40% en las próximas décadas. 

Como resultado, el país está experimentando una escasez de trabajadores jóvenes y calificados. Además, la fuerza laboral japonesa se ha vuelto cada vez menos productiva, lo que ha llevado a una disminución en la competitividad global del país.

Para abordar estos problemas, el gobierno japonés ha implementado políticas que fomentan la inclusión de mujeres y personas mayores. También ha promovido la inversión en tecnología y automatización para mejorar la eficiencia laboral. Además,  está flexibilizando su estricta política de migración.

Europa: Inclusión de adultos mayores en las empresas

Europa está navegando por tiempos difíciles rumbo a una de las crisis económicas más grandes. Pero no será por la quiebra de empresas, ni por causas militares, sino más bien por el envejecimiento de la población.

Así tal cual lo estás leyendo. El último reporte de la Comisión Europea prevé un cambio dramático para las próximas décadas. Según Eurostat, la población en edad de trabajar disminuirá de 265 millones de personas (el 2019) a 217 millones en el 2070.

En Alemania están con el mismo problema de Japón: la escasez de trabajadores calificados. Actualmente, más de 2 millones de puestos de trabajo están vacantes en dicho país. Es por esto, que el gobierno está buscando apurar el trámite de la obtención de la visa de trabajo para personas que viven fuera de la Unión Europea.

Esto implica un cambio social y cultural. En Europa ya se está trabajando por mejorar el sistema de pensiones y aumentar la edad de jubilación, aunque con dificultades, ¡porque nadie lo quiere! 

Frente a esto, las empresas deberán adaptar sus espacios de trabajo para incluir a personas mayores, dar más acceso a capacitaciones y cursos, combatir la discriminación laboral, atraer talento inmigrante con beneficios laborales, entre muchas otras cosas.  

Estados Unidos: Inclusión de personas mayores, discapacitadas y migrantes

Producto del envejecimiento laboral mundial, Estados Unidos ya está implementando políticas que fomentan la inclusión de personas mayores, discapacitadas y migrantes al mundo laboral. 

También se está promoviendo la formación y capacitación de trabajadores para mejorar sus habilidades y adaptarse a las cambiantes demandas del mercado laboral con fuerte foco en la tecnología, Inteligencia Artificial y digitalización. 

Impacto en la economía chilena

En Chile, se está repitiendo lo mismo que en otros países. Según el Índice Nacional de Estadísticas (INE) se estima que para el 2050, al menos un 30% de la población tendrá más de 65 años de edad. Un tercio de ellos, superarán los 80 años. 

Teniendo en cuenta este escenario, el futuro laboral ya no requerirá trabajadores tan industrializados (y considerando los avances tecnológicos), sino que la demanda estará puesta en los servicios. Los colaboradores deberán tener un mejor nivel de formación y capacitación en temas más específicos, sin dejar de lado la digitalización y todo lo relacionado con la Inteligencia Artificial. 

Es importante concientizar a la sociedad, de que los perfiles de mayor edad representarán en poco tiempo, un desarrollo importante en lo económico y global. 

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Formar y capacitar a los colaboradores

Para abordar estos problemas, el gobierno chileno ha implementado políticas que fomentan la formación de habilidades, la inclusión de personas con discapacidades, la inversión en la atención a la salud a largo plazo, la promoción de la salud y el bienestar de los trabajadores. 

Además, se han implementado políticas de inmigración que atraen a colaboradores extranjeros para llenar los puestos de trabajo disponibles. Sin embargo, este es un tema bastante polémico debido a la gran cantidad de migrantes legales e ilegales que han ingresado a Chile en los últimos años. 

El problema de fondo, según afirman los expertos, es que el Gobierno se ha centrado en una política de fronteras irrealista, y no ha desarrollado una política de integración.

Si bien estas políticas pueden ayudar a mitigar los efectos del envejecimiento de la población, es importante reconocer que este fenómeno seguirá siendo un desafío para la economía chilena en el futuro cercano y puede generar tensiones y conflictos en la sociedad.

Salud y bienestar: un rol clave de Recursos Humanos

El envejecimiento de la población también afecta la calidad de vida laboral. A medida que envejecemos, es más probable que desarrollemos más problemas de salud, discapacidades y limitaciones físicas que puedan afectar nuestra capacidad para trabajar.

Todo esto implica una creciente demanda de servicios de atención a la salud. Esto puede ser particularmente problemático en Chile, donde los servicios de salud están limitados y a menudo son costosos. 

¿Qué están haciendo las áreas de Recursos Humanos? Es importante dar beneficios laborales acorde a las necesidades de nuestros colaboradores, pensando siempre en su bienestar personal y laboral. 

En resumen, el envejecimiento de la población está teniendo importantes implicaciones. La disminución de la tasa de participación laboral de los trabajadores mayores, la escasez de trabajadores calificados y la creciente demanda de servicios de atención a la salud a largo plazo son solo algunos de los efectos que se están observando. 

¿Está tu empresa preparada para enfrentarse a este futuro que ya se está haciendo una realidad?