El 31 de agosto de 2023 se convertirá en un día memorable en la historia, marcando el fin de la pandemia del COVID-19 en Chile. Aunque la mayoría celebró este hito, un grupo no menor de personas, la mayoría mujeres, no compartió la misma alegría.
Cuando terminó la pandemia, muchas madres y cuidadoras tuvieron que regresar al trabajo de manera presencial, y ahora, casi el 76% de ellas está pensando en presentar su renuncia voluntaria.
La encuesta hecha por "Yo Quiero Estar" (ONG dedicada a mejorar el sistema laboral para proteger a personas dedicadas al cuidado), que reveló la cifra anterior, también informó que el 75,6% de quienes volvieron a la oficina sufrieron un deterioro en su calidad de vida.
Estas personas también expresaron preocupación sobre gastos, salud mental, problemas de transporte y dificultades para delegar responsabilidades, entre otros desafíos vinculados al trabajo presencial.
Es importante destacar que el 75,9% de los que regresaron a la oficina eran madres, lo que plantea una pregunta crucial: ¿Está el sistema laboral obligando a las madres y a los individuos con credencial de persona cuidadora a renunciar debido a la dificultad para lograr la armonía entre trabajo y crianza?
Todo apunta a que sí. Sobre todo, luego de que la tasa de desocupación y desempleo en Chile alcanzara el 9% en el mes de septiembre, siendo las mujeres las principales afectadas.
Al respecto, Verónica Campino, cofundadora de "Yo Quiero Estar", expresó, que el sistema actual hace que las mamás trabajen como si no tuvieran hijos y críen como si no tuvieran empleo remunerado.
"Como sociedad, debemos cuestionarnos si queremos rescatar lo positivo que la pandemia nos dejó: el valor del teletrabajo tanto para hombres como para mujeres, y la necesidad de implementar herramientas de conciliación y corresponsabilidad", señaló Campino
La situación se complica aún más con el fin de la Ley N° 21.342, que durante la pandemia obligaba a las empresas a ofrecer trabajo a distancia al personal en grupos de riesgo. Ahora, miles de madres, padres y cuidadores se enfrentan al dilema de renunciar debido a las demandas de las empresas de volver a la oficina de forma presencial.
Para ponerlo en perspectiva, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia informa que alrededor de 640.000 personas se consideran en situación de dependencia moderada o severa en el Registro Social de Hogares, lo que implica una cifra similar de cuidadores.
Del total, el 85% de quienes dedican ocho o más horas diarias a personas que requieren cuidados, son mujeres, por lo que nuevamente son las principales afectadas.
Volver a la oficina en otras partes del mundo:
¿Es este un fenómeno exclusivo de Chile? No lo es.
El regreso obligatorio a las oficinas está teniendo un impacto negativo en madres trabajadoras y cuidadores en todo el mundo aumentando la brecha de género a nivel global.
¿Un ejemplo de esto? Estados Unidos
En este país, muchas mujeres, sobre todo madres, se adaptaron de manera rápida a las bondades del teletrabajo, pudiendo mezclar de manera fácil y efectiva el trabajo remoto con las tareas de la casa.
Sin embargo, la vuelta a la oficina está afectando a estas mujeres en varios ámbitos, incluido un aumento en los costos de vivienda y jornadas laborales más largas en industrias como el derecho y las finanzas, lo que deja a las madres y cuidadoras con más responsabilidades en sus casas.
Además, en Estados Unidos, al igual que en Chile y en muchos otros lugares del mundo, las mujeres trabajadoras pasan más tiempo que los hombres en tareas domésticas y cuidado infantil. Según el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, las mujeres estadounidenses, incluso con sus parejas en casa durante la pandemia, asumieron una carga doméstica mayor.
Esto se refleja en un gráfico compartido por la revista Time en 2021, que muestra que la situación es aún más desafiante comparado con 2003. Según la Encuesta de Uso del Tiempo en EE. UU., los hombres ahora pasan menos tiempo en sus oficinas que en 2003, pero también menos tiempo cuidando a sus hijos y haciendo tareas domésticas, mientras que en el caso de las mujeres es lo contrario.
¿Qué dice la OIT?
Por esta razón, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hizo una recomendación oficial a principios de este año en un informe, destacando que la flexibilidad laboral del teletrabajo es crucial en la economía del siglo XXI, ya que contribuye a la conciliación de las tareas domésticas y laborales, la productividad y, en muchos casos, la salud mental de los empleados.
Además, un estudio de la consultora Deloitte reveló que la falta de flexibilidad laboral afecta de manera directa el progreso profesional de las mujeres, sobre todo a aquellas que aspiran a cargos de alta dirección.
Informe “Mujeres en el Trabajo 2022”
Según el informe "Mujeres en el Trabajo 2022" de Deloitte, dos tercios de las mujeres con acuerdos de trabajo altamente flexibles planean quedarse en sus empresas por más de tres años, mientras que un 97% de las mujeres encuestadas creen que solicitar flexibilidad, como por ejemplo el trabajo híbrido, podría afectar sus opciones de ascenso.
En resumen, la experiencia de quienes regresaron a la oficina durante la pandemia plantea importantes debates sobre el equilibrio entre trabajo y vida familiar. Como sociedad, debemos buscar soluciones que permitan una verdadera armonía entre la vida laboral y familiar, teniendo en cuenta el rol de la mujer en la actualidad, debido a que estas siguen siendo las principales encargadas de las labores de cuidado y quehaceres del hogar.
Por lo mismo, las empresas y sus líderes también deben demostrar empatía y considerar las necesidades de sus colaboradores para lograr su bienestar tanto dentro como fuera del trabajo. De esta manera, verán cómo otorgarles beneficios repercutirá de manera positiva para la empresa y no en una carta de renuncia.
¿Y tú, qué opinas de esta situación?
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